jueves, 23 de febrero de 2017


EL CARRO DE LA LEJÍA, 23 febrero 2017

“La Justicia es un cachondeo”

Afirmó el entonces alcalde de Jerez de la Frontera, Pedro Pacheco, que acabó en el trullo más tarde. Esta es la sensación que me acude, como a muchos españoles, con la sentencia sobre Urdangarín, yerno y cuñado de reyes en este país bimonárquico por la gracia de los políticos de la mal llamada transición. Urdangarín se va de rositas, ni cárcel ni dinero en la sentencia, solo presentarse una vez en el consulado, siempre que no esté de vacaciones. Algunos se quejaban de la alta fianza que se suponía le iban a imponer, pero para quien se llevó tanto dinero por la cara –la cara de ser de la familia real– era un pellizquito que le seguirá permitiendo vivir en la paradisíaca Suiza. La sentencia es un regalo para quien fue condenado a seis años. Ayer lo decía yo, se iría sin condena seria, pertenece a la saga de los beneficiados por la política española, los que han llenado la bolsa gracias al pueblo y a sus argucias. ¿Dé dónde le viene la fortuna al rey viejo cuando iba con una mano adelante y otra atrás al ser nombrado rey? Tengo amigos de su época de penuria total que lo podrán confirmar. ¿Acaso se ha llegado a investigar la –presunta– apropiación de la excelente pinacoteca del duque de Hernani que acabó en manos de la familia real española fuera de España? Tantas cosas de protección a esta familia, creo que malsana para España, como la muerte aún no aclarada del hermano del rey muerto por un accidentado disparo en Portugal, o el supuesto suicidio de la joven actriz Sandra Mazarowsky, supuesta amante, entre otras muchas, de Juan Carlos. Hoy, 23 F, algunos celebran en voz baja la –supuesta– intervención del rey en el origen del evento, sobre el que cubre una losa de interesado silencio. No invento nada nuevo; sobre estos temas hay una amplia bibliografía que se trata de ocultar en vano, o de invisibilizar, sin éxito. En el caso Nóos quieren convencernos de que la infanta Cristina, hija y hermana de reyes, ha sido absuelta, limpia de pecado. Pero ¿en verdad ha sido absuelta una acusada a la que se castiga con una multa de más de 200.000 euros? Es más que sospechosa la actitud de los medios de comunicación y los órganos del Estado para limpiar de polvo y paja a la monarquía española, nada ejemplar por lo que sabemos si nos queremos enterar.
Pero la Justicia española no flaquea solo aquí. El fiscal general, nombrado por el Jefe de Estado a instancias del Gobierno, le ha dado a la bola de la ruleta de los nombramientos y ha destituido al fiscal superior de Murcia, uno de los que más se ha empeñado contra la corrupción; ahora en liza legal con el presidente de la comunidad murciana, que no dimite a pesar de estar imputado (“investigado”) como ha confirmado el fiscal. El PP (Partido Putrefacto) se inventa el uso normal del castellano para justificar la no dimisión del gobernante; el fiscal de Murcia habla de presiones “alcapónicas” contra él y algún otro compañero. Y el Ministro de Justicia, que parece mentir más que respirar, justifica lo injustificable enseñando el plumero, mientras el Presidente dice, como acostumbra, “no estar enterado”.
Acaba de salir la sentencia de las “tarjetas black”. Todos los inculpados tienen sentencia de cárcel. Rodrigo Rato, mano derecha que fue de Rajoy, portador antaño del cetro dorado de la economía española, con sentencia de cuatro años y medio. Miguel Blesa, amigo íntimo de Aznar, que le colocó en la cima económica, seis años de cárcel. Ahora que están apestados por denuncias, que nunca han salido de la fiscalía estatal, todos les retiran el saludo. Pero el Partido Putrefacto, que dice abanderar la lucha contra la corrupción, estará ya urdiendo una orgía de decretos para que no pisen la cárcel estos “benefactores” de la patria. Aunque al no ser de la familia real tal vez pasen algunos días en el trullo para ejemplarizar, para parecer que se ejemplifica, como corresponde a estos líderes hipócritas que soportamos y que ha elegido un pueblo tan hipócrita como ellos.
PABLO DEL BARCO

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