viernes, 15 de septiembre de 2017

Coplillas para catalanes
que quieren tener su silla
contra otros catalanes

Algunos catalanes votan
con la bota de la usura,
la cabeza embotada
la mano cerrada
y toda la impostura
de una historia mentida;
si fueran con la historia,
bien vendida la verdad…,
así otros gallos serían;
la razón tiene razones,
a ningún lado se llega
imponiendo los cullons
a los sencillos simplones;
solo la ambición dirige,
con fe de chino se oculta
lo que los capitales dicen,
lo que los líderes callan,
y a la hucha se llevaron
pasándose de la raya
legal y hasta natural;
yo que en mi joven edad
hablaba catalán con gusto,
ahora me dan un disgusto
esos bestias papanatas
de la política en lata;
inventan una ley a modo
para darse la razón
al eco de la constitución
contra la que hacen batalla
mordiendo la mano de España
que les llena bien la andorga,
sin querer hacer las cuentas
que ellos tengan que pagar,
así es más fácil nadar
entre dos aguas confusas,
con cien ideas difusas
que a nadie saben contar,
o no saben una papa
de todo lo que cacarean
con actitud arrogante
marchando siempre adelante
por vía inconstitucional.
En el día de las urnas,
vendidas al escondite,
han de salir a la era
y contarnos la verdad
de su cantonal proyecto,
un dispositivo abyecto
que al gobierno han colado
por falta de previsión
del zángano presidente,
que goza con no hacer nada
y en público manifiesta
su indigente inteligencia,
coreado por artistas
con las ideas franquistas
de cuarta generación.
¿Qué será de Cataluña
con esta prole de infectos
que están sacando las uñas
sin que nadie les provoque?
Veremos si ya en octubre
esta fiesta se les pudre
a estos alguacilillos
guerreros con pretensiones
de hacer la futura historia
dando de nuevo a la noria
vida en los cangilones,
otra aventura de España
igual que las anteriores:
mucho ruido y pocas nueces
en este país de reyes,
duplicados, con coronas
escondidas en los bancos
de Europa y la morería.
De esto nadie dice nada
e invade la democracia
más sencilla y más cabal,
que la tienen secuestrada
metida en un orinal
bajo la cama escondido
donde también han metido
amantes y concubinas
loadas por los gobiernos,
decoradas con blasones
y millonarios doblones.
Vaya al rey a Cataluña
para que pueden decir
que son un reino cañí,
que a la corona se cree
por mucho que la evidencia
muestre la escasa conciencia
que tienen los coronados
modernos y los de antes.
Veremos si el Estatuto
no se convierte en un puto
dislate para la historia
de España y sus autonomías,
engendro que fue inventado
para que la política vieja
siguiera escaqueada
pareciendo nuevo asunto
y en este punto cocerse
de nuevo la economía,
que el presidente repite
va viento en popa
(para los de su cuadrilla)
¡Qué pandilla de golfantes
quieren renovar la historia
con las miradas de antes!


El versígrafo P.