sábado, 31 de diciembre de 2016



*
20
16,
se escapa el año
por las grietas de la
esperanza
y el agujero de los
sueños
con palabras de silencio y color,
música de coros en la tierra,
violines en el cielo de los ángeles sin sexo,
danzando danzando los ecos
que fluyen del fondo del mar;
callan las trompetas del apocalipsis,
es llano el camino poblado de horizontes,
el tiempo hila sus pasos con sombras de plata
y algodones de azul pálido extraído
de las nubes colocadas por una mano invisible
sobre los edificios donde el hombre
vive y muere alternando la fe
y los balances últimos de cada día
y hace oídos sordos al ruido
de los pasos andados por la vida;
despierta ya,
mejor beber, brindar por uno mismo
y dormir pensando que el mundo
está bien hecho a tu medida
y es de oro con la sal
que alarga los sabores
y abanica los deseos
cada instante
al despertar
siempre
al lado
de tu
lindo corazón.

31.12.16

pablo del barco

martes, 27 de diciembre de 2016


EL CARRO DE LA LEJÍA, 27 diciembre 2016

El rector copión

Parece que no ha ocurrido nada: el rector de la Universidad Juan Carlos I ha sido acusado de plagio, pero él no lo admite ni dimite. Imagino que será del PP (Partido Predador; “predador”, animal que se alimenta de otros inferiores para subsistir. RAE), porque de casta le viene al galgo. Fernando Suárez Bilbao es hijo de Luis Suárez Fernández, profesor de historia al que sufrimos muchos alumnos tragándonos su visión de la historia con la más furibunda óptica franquista. Fue el más antipedagógico profesor que tuve, radical de derechas hasta el limite, enseñoreado en su cátedra, despectivo con sus alumnos: un puro ejemplo de la dictadura franquista que plagó la universidad del virus reaccionario, contrario a cualquier apertura y objetividad histórica, plaga que aún no ha sido desarraigada en nuestro país; vean si no cómo se ponen trabas continuamente en la marcha por los caminos de la verdad a la memoria histórica.
Muchas veces, leyendo trabajos de mis alumnos, reconocía algunos textos como muy familiares; las siguientes lecturas, más atentas, me ofrecían una triste realidad; eran mis propios textos pirateados por méritos del corta y pega, sin entrecomillados ni notas al pie que ofrecieran su origen. Mi reacción no era sacrificar a los alumnos “copiones” ni enfurecerme por el hecho; sí explicar lo que era un plagio y la falta de ética y responsabilidad de quien lo cometía. No se entendió muy bien en algún caso. Recuerdo cuando se destapó el plagio de la “escritora” Ana Rosa, por su novela Sabor a hiel, original de uno de sus “negros”, que comenté en clase, como era mi obligación de profesor de literatura contemporánea. Recibí una queja oficial y petición de un proceso por criticar la actividad literaria de una “notable comunicadora española” como era la copiona en el folletín con el que debutó A. R. en la literatura, ante las numerosas pruebas de plagio;  fusiló con descaro párrafos de Mujeres de ojos grandes, de Ángeles Mastretta, además de algunos de Álbum de familia, de Danielle Steel. Éramos y somos, al fin, un país de moral bastante laxa.
Este hecho, detestable, es mucho menos grave que el que un profesor universitario, y además rector (es decir, que tiene que ser modelo de modelos en ética científica), quiera pasar impunemente y con arrogancia a la historia de la decencia intelectual. Pero, viniendo de quien viene, se explica fácilmente. Que sus compañeros de claustro apoyen, aunque sea con su silencio, su descaro, hace más grave el caso. Y muy definitorio de lo que es la universidad española, enferma de lameculismo, servilismo y otros ismos repugnantes y acrisolados, ayudada por unos presupuestos exiguos que condicionan una actividad que tendría que ser libre y positiva. Aún los polvos de la pacatería universitaria del franquismo siguen dificultando la buena marcha de los engranajes del conocimiento y la sabiduría.
El ministro de Exteriores españoles ha remachado el clavo justificando la huida de jóvenes españoles universitarios a otros países: Salir fuera de España enriquece, ha dicho. Y no le falta razón. Cuántos cargos del PP (Partido Predador) se han enriquecido con los caudales obtenidos de manera sospechosa, guardados en cuentas corrientes del exterior, en empresas también sospechosas, justificados con argumentos más que sospechosos. Cuántos viajes al exterior, suponemos que con sus maletines dorados, por dentro, de suaves y elegantes pieles de ejecutivos de la política española. Y sigue sin término; cada día se descubre un nuevo descalabro, una nueva pirueta ignominiosa de próceres políticos del Partido Popular (Partido Predador) en su actividad aparentemente noble, negada ante lo evidente.
Denos una lección de ética universitaria y dimita, serenísimo señor rector de la universidad española, a la que le hace buena falta una inyección de claridad, honestidad y credibilidad. Será una buen regalo para todos en este año que va a comenzar.

PABLO DEL BARCO

EL CARRO DE LA LEJÍA, 17 diciembre 2016

El rector copión

Parece que no ha ocurrido nada: el rector de la Universidad Juan Carlos I ha sido acusado de plagio, pero él no lo admite ni dimite. Imagino que será del PP (Partido Predador; “predador”, animal que se alimenta de otros inferiores para subsistir. RAE), porque de casta le viene al galgo. Fernando Suárez Bilbao es hijo de Luis Suárez Fernández, profesor de historia al que sufrimos muchos alumnos tragándonos su visión de la historia con la más furibunda óptica franquista. Fue el más antipedagógico profesor que tuve, radical de derechas hasta el limite, enseñoreado en su cátedra, despectivo con sus alumnos: un puro ejemplo de la dictadura franquista que plagó la universidad del virus reaccionario, contrario a cualquier apertura y objetividad histórica, plaga que aún no ha sido desarraigada en nuestro país; vean si no cómo se ponen trabas continuamente en la marcha por los caminos de la verdad a la memoria histórica.
Muchas veces, leyendo trabajos de mis alumnos, reconocía algunos textos como muy familiares; las siguientes lecturas, más atentas, me ofrecían una triste realidad; eran mis propios textos pirateados por méritos del corta y pega, sin entrecomillados ni notas al pie que ofrecieran su origen. Mi reacción no era sacrificar a los alumnos “copiones” ni enfurecerme por el hecho; sí explicar lo que era un plagio y la falta de ética y responsabilidad de quien lo cometía. No se entendió muy bien en algún caso. Recuerdo cuando se destapó el plagio de la “escritora” Ana Rosa, por su novela Sabor a hiel, original de uno de sus “negros”, que comenté en clase, como era mi obligación de profesor de literatura contemporánea. Recibí una queja oficial y petición de un proceso por criticar la actividad literaria de una “notable comunicadora española” como era la copiona en el folletín con el que debutó A. R. en la literatura, ante las numerosas pruebas de plagio;  fusiló con descaro párrafos de Mujeres de ojos grandes, de Ángeles Mastretta, además de algunos de Álbum de familia, de Danielle Steel. Éramos y somos, al fin, un país de moral bastante laxa.
Este hecho, detestable, es mucho menos grave que el que un profesor universitario, y además rector (es decir, que tiene que ser modelo de modelos en ética científica), quiera pasar impunemente y con arrogancia a la historia de la decencia intelectual. Pero, viniendo de quien viene, se explica fácilmente. Que sus compañeros de claustro apoyen, aunque sea con su silencio, su descaro, hace más grave el caso. Y muy definitorio de lo que es la universidad española, enferma de lameculismo, servilismo y otros ismos repugnantes y acrisolados, ayudada por unos presupuestos exiguos que condicionan una actividad que tendría que ser libre y positiva. Aún los polvos de la pacatería universitaria del franquismo siguen dificultando la buena marcha de los engranajes del conocimiento y la sabiduría.
El ministro de Exteriores españoles ha remachado el clavo justificando la huida de jóvenes españoles universitarios a otros países: Salir fuera de España enriquece, ha dicho. Y no le falta razón. Cuántos cargos del PP (Partido Predador) se han enriquecido con los caudales obtenidos de manera sospechosa, guardados en cuentas corrientes del exterior, en empresas también sospechosas, justificados con argumentos más que sospechosos. Cuántos viajes al exterior, suponemos que con sus maletines dorados, por dentro, de suaves y elegantes pieles de ejecutivos de la política española. Y sigue sin término; cada día se descubre un nuevo descalabro, una nueva pirueta ignominiosa de próceres políticos del Partido Popular (Partido Predador) en su actividad aparentemente noble, negada ante lo evidente.
Denos una lección de ética universitaria y dimita, serenísimo señor rector de la universidad española, a la que le hace buena falta una inyección de claridad, honestidad y credibilidad. Será una buen regalo para todos en este año que va a comenzar.

PABLO DEL BARCO

lunes, 5 de diciembre de 2016


EL CARRO DE LA LEJÍA, 5 de noviembre 2016

El “Poema sucio” de un poeta trabajando la luz (Ferreira Gullar)

Las notas necrológicas de un poeta lo son a medias: el hombre muere, el poeta vive eternamente en su obra. Me llaman de Brasil: ha muerto Ferreira Gullar (1930), autor de Poema sucio (Madrid, Visor, 1997). Aún no he reaccionado; leo las dedicatorias de sus libros: “A mi querido amigo Pablo…”, y recuerdo su presencia viva en mi casa hace años, los paseos acompañándolo por Sevilla, las charlas y los recuerdos, las horas revisando mi traducción del libro en su algo desolado apartamento de Copacabana. Lo califiqué en 1997, en la versión de su obra que él siempre alabó, como el último gran poeta de Brasil, descendiente y casi único representante de los escritores que en la Semana de 1922 dieron la vuelta a la poesía brasileña. 
Escribió “Soy un poeta del Nordeste brasileño, un poeta del Maranhão… Un forajido, un superviviente, alguien que consiguió escapar del anonimato, de la tragedia cotidiana y oscura que se desarrolla bajo los techos de mi patria…; la tragedia de la vida-nada, de la vida-nadie. Si algún sentido tiene lo que escribo es dar voz a este mundo sin historia”. Comenzó a escribir a los doce años, en 1943 publicó Algo encima del suelo mientras era locutor de Radio Timbira, de donde lo echaron por negarse a dar una noticia falsa acusando de la muerte de un trabajador a miembros del partido comunista. Cada día iba progresando en la confluencia vida / obra: “Comprendí que debía confundirme con la vida al precio que fuere… El arte nos da lo esencial pero excluye la vida. La vida, en cambio, nos arrastra en su caudal y nos dilapida en actos y hechos superficiales”.
Se comprometió, fue miembro del Partido Comunista brasileño, salió exilado de Brasil con el golpe militar de 1964, hasta 1985. Vivió en Chile los acontecimientos que acabaron con la muerte de su amigo Salvador Allende; me lo contaba con recuerdos muy vivos y nostálgicos. En 1976 escribió en Buenos Aires Poema sucio, poema coral de la vida de su país, expresada coherencia vital y poética del escritor desde su nostálgica infancia. Decía: “Es extraño, pero cuanto más voy envejeciendo más optimista me vuelvo”, prueba de haber sido fiel al su compromiso intelectual, navegando por un lenguaje personalísimo, a veces doloroso, que expresan el hombre (José Ribamar, su nombre) en toda su intimidad, y el poeta (Ferreira Gullar), con su visión penetrante desde la realidad más dolorosa y vivida, elevando lo cotidiano a la categoría  de lo mágico poético.

Muchos
muchos días hay en un solo día
porque las mismas cosas
los componen
con su carne (o hierro
tenga el nombre que tenga esa
             materia-tiempo
sucia o
no)
los componen
en los silencios aparentes o gruesos
como colchas de franela
o agua vertiginosamente inmóvil…
“¡Cuántas tardes en una tarde!”, escribió, cuántos corazones en un poeta que vivirá ya eternamente viajando en el tren que tanto amaba, hasta esa “ciudad que está en el hombre / casi como el árbol vuela / en el pájaro que la deja”
Hasta siempre, hermano y maestro.


                                                                                  PABLO DEL BARCO

lunes, 28 de noviembre de 2016


EL CARRO DE LA LEJÍA, 28 nov. 2016. (Rodrigo)

Los del PP, ¡esos dioses!

Ha dicho Fátima Báñez, camillera de la Virgen del Rocío salvadora de los trabajadores españoles,  “En España, nadie cobra por debajo del salario mínimo [655,2 euros] porque sería ilegal”. Creo que se ha confundido de Ministerio; tendría que haberla nombrado su amigo Rajoy Ministra de Justicia porque ha acabado de un plumazo con la ilegalidad en este país: como es ilegal no existe; y punto. ¿O qué tal hacerla catedrática de Lengua y Filosofía).
A estos chicos del PP (Partido Pinocho) los veo un poco perdidos: Rita Barberá les ha confundido de puro fácil que se lo ha puesto con morirse. Las justificaciones para que abandonara el partido la lideresa valenciana les ha dejado con el culo al aire; doblemente, porque algunos han querido dar marcha atrás, sin saber que lo dicho y escrito dicho y escrito queda. Rafael Hernando, portavoz del partido y notable cum laude cobista mayor del reino, se ha superado en emitir desvergüenzas para ocultar lo que me parece su necedad insuperable. Al Presidente Rajoy se le ha visto atribulado y él, que tan mal lleva lo de coordinar los elementos oracionales, ha dicho una frase en el entierro de la virgen senadora (Rita) que da que pensar; la he oído muy bien, muchas veces, refiriéndose a su amiga: “…fue un enorme honor ser su amiga”. Ué, don Mariano, ¿se confiesa usted en el armario? ¿O cada día engarza peor los elementos gramaticales? Las explicaciones de la Cospedal en el entierro, con su intención de glorificar a la ex alcaldesa, fueron muy del orden de su famoso “en diferido” balbuceando “honestidad”, “intelectual” y algunos otros epítetos que, en la evaluación actual de su amiga, producen más rechazo que estupor.
Ellos creen no equivocarse nunca, como cuando eran mayoría, y van de frente sin mirar atrás, sin mirar a los lados. A los acomodaticios muchachos de Ciudadanos les están poniendo nerviosos. Albert Rivera sabe que nada conseguirá dándoles la razón en todo y está ya afilando los espolones para entrar en batalla, aunque sea meramente formal y teatrera. Y piden árnica, piden diálogo los maestros en no dialogar, los espantapájaros de la comunicación social. ¡Pobres ilusos, que no saben la que les espera!
Noviembre es el mes de los grandes abandonos; Franco, aún vivo, murió el 20 de noviembre, (oficialmente, porque una enfermera que le asistió en su muerte me aseguró que había fallecido tres días antes, el 17); otra líder, la Barberá, claudicó definitivamente este mes. Los dos dejaron un claro desconcierto al morir. Murió también otro líder de la palabra secuestrada en libertad, Marcos Ana, que no produjo otro desconcierto que el no llevar una maleta de venganza contra sus verdugos franquistas. Fidel Castro también ha muerto con aplausos y lágrimas de un lado o de otro, pero con la sabiduría de haber sabido retirarse a tiempo y no ser retirado, como la Barberá.
¡Pobres dioses arramblados de sus altares por la envidia y la ambición, la misma de que ellos gozaron y les dio fama y dinero! Pero algunos pretendidos dioses no escarmientan, cegados por el poder que almacenaron con desprecio a sus “súbditos”. El ex presidente valenciano Camps, ese hombre de mano blanda (puedo certificarlo) y gesto altivo, de la corte barbereña, parece que quiere presentarse a alcalde de Valencia. No saber vivir alejado del paraíso de la fama (y quizás otros beneficios, por lo que vamos sabiendo cada día). Tal vez algún bufón pueda enseñarle donde está la verdad que él no ve. Tal vez estos dioses merecen endiosarse más, para reventar definitivamente. ¡Que no nos caigan encima sus pedazos, por favor!


                                                                      PABLO DEL BARCO

miércoles, 23 de noviembre de 2016


EL CARRO DE LA LEJÍA, 23 nov. 2016

Muerto el perro se acabó la rabia

Rita Barberá ha muerto de tristeza. Ayer pensaba yo qué sería de esta mujer arrogante, acostumbrada al mando de tropa política, con muchas esquinas en la cabeza y en la palabra, cómo sería su muerte, seguramente abandonada por aquellos que le habían aplaudido en vida, en la vida de triunfo y esplendor. La veía en los reportajes políticos deambulando por los pasillos, limosneando una mirada, un saludo de sus antiguos congéneres políticos que antes la buscaban a ella, y me producía una enorme pena, que luego se desteñía al considerar su papel a la vez oscuro y llameante en vida política española. Se convirtió en una apestada, de la que todos se apartaban por miedo al contagio de la mala crítica social; incluso los que le debían favores y empleos políticos. Y se le puso cara de tristeza, más delgada, ocupando menos espacio físico en sus paseos deambulantes y limosneros.
Pero no hay mal que por bien no venga; ahora, cuando ha desaparecido la alcaldesa eterna, volverán los elogios, todos se travestirán en amigos alabando sus virtudes y resaltando sus valores y la amistad que les unía. Rita Barberá volverá, por unos días, a ser “la mejor”, como tantas veces la calificaron el Presidente del Gobierno, la incalificable hoy ministra de Defensa –lástima que no defienda la lengua española, que tan mal habla– la vicepresidenta del Gobierno que agrandaba su boca chica para pronunciar la elogiosa definición, y tantas y tantas sombras serviles que le acompañaban en la época su vida triunfal.
Nadie recordará en poco tiempo sus sospechas de corrupción, auriga de la empresa municipal por excelencia que dominaba con mano de hierro; nadie se acordará de sus evidentes mentiras de desconocer el trasfondo limoso de las cuentas de la entidad valenciana, del que pretendía salvarse con la mayor impunidad, de considerarse por encima del bien y del mal, del desprecio que manifestó a la lengua de su pueblo en aquel atribulado discurso de las fiestas valencianas, el famoso “caloret”. Se va a convertir en adalid de su partido político, en ariete de la honestidad popular. Va a ganar batallas después de muerta, como el Cid Campeador pero sin su dignidad. A los que no apoyen la sarta de elogios post mortem se les tildará de antipatriotas y desaforados insensibles.
¿Qué pensará ella desde ese paraíso que sus colegas le atribuyen con la muerte, que les evita todo compromiso, que les ha salvado de tener que darle esquinazo en vida, que les evitará buscar justificaciones ante las preguntas de  la prensa, que les va a provocar un suspiro de tranquilidad ante el amigoenemigo que desapareció por voluntad del destino favorecedor? ¿Y qué pasará con las denuncias de corrupción, con las acusaciones evidentes de sus adversarios políticos, con la situación calamitosa que dejó su larga actividad en las arcas de la comunidad valenciana?
Nadie va a decirlo, pero cuántos se van a alegrar de la muerte de la gran Rita, antigua mole política hoy desinflada, que tantos dolores de cabeza estaba dando a su antiguo partido político, colocada con calzador como senadora para no destapar el frasco de la podredumbre que se le suponía, que denunciaba sin cesar la oposición después del aire fresco de las nuevas instituciones municipales que levantaron sin miedo las viejas alfombras acumulando debajo un mundo indescifrable, oculto y oscuro.
Descansa Rita Barberá, que más van a descansar tus correligionarios, adictos al viejo refrán “el muerto al hoyo y el vivo al bollo”. Seguiremos cocinando las viandas que nos llegan del mercado de los mentirosos políticos si no le ponemos el freno de nuestra crítica. Espero que no lleguemos a la antigua solución: a rey muerto, rey puesto, que aquí sería doble amenaza porque de esos pejes –pejerrey– tenemos más de uno.

                                                                                  Pablo del Barco

jueves, 10 de noviembre de 2016


EL CARRO DE LA LEJÍA, 10 noviembre 2016

El populismo, una muletilla de izquierda o de derecha, según soplen los vientos.

La RAE, esa institución que defiende el uso del español y a la que los miembros del gobierno tienen una alergia supina, define el populismo como Tendencia política que dice defender los intereses y aspiraciones del pueblo. Con el triunfo de Pato Donald Trump, definido a golpe de prisa e ignorancia como populista, los políticos españoles vuelven a la palabreja arrimando el ascua a su sardina. Aquí se han hartado de censurar el populismo de Unidos Podemos como algo negativo para la vida social y política española. Ahora arremeten con la palabra en ristre contra la esencia de la política del nuevo presidente norteamericano. ¿Trump populista? Hasta ahora se ha mostrado como un bocazas, arrogante, inconsistente y maleducado; de defender los intereses del pueblo ni mijita; de darle en los hocicos, especialmente a algunos grupos sociales, sí. 
 Más que prisa hay ignorancia en nuestros líderes políticos, ayunos la mayoría de estructuras y contenidos mentales ideológicos. Aquí en Andalucía, de donde parece que ha emergido el “nuevo” PSOE en la boca y las artimañas de Susana Díaz, se hace más visible el desencuentro entre la teoría y la práctica política. Escucho a la presidenta de la Junta de Andalucía y solo oigo y entiendo lugares comunes, con muy poco salsa ideológica; quizás no la tenga o la oculte para su “carrera” política.
Me pregunto, escuchando a nuestros próceres políticos de derecha y de otros partidos indefinidos, en qué demonios coinciden Trump y Unidos Podemos para meterlos en el mismo saco. Me pregunto por qué desafinan tanto nuestros políticos considerando peyorativo el significado de “populismo”, que no es sino una actitud social digna de encomio y que el Partido Socialista Obrero Español, que tanto denuesta el nombre, tendría que tener en el frontispicio de sus aspiraciones. Pero ellos, al margen del pueblo, considerando que su trabajo consiste en dirigir al pueblo más que servirle, y que la lengua está a su servicio sin suponer que no crea sino que sanciona usos y costumbres, se consideran demiurgos, casi dioses de la sociedad que les eligió como simples representantes de sus problemas y aspiraciones.
Dejen de martirizar el diccionario y la gramática, señores ignorantes políticos, que, además de no saber, no desean aprender. Y lo mismo digo de buena parte de esa cohorte casi celestial y evangélica de comentaristas políticos, que echan mano de la primera palabra que les viene a cuento. Acabo de oír a una comentarista (¿) televisiva –María Claver– decir con aire sabiondo que Trump era un populista de libro; ¿habrá visitado ella muchos libros para decir semejante barbaridad? Parece que no.
Yo aún no entiendo muy bien, por ejemplo, la conversación cuando hablan de los partidos constitucionalistas y no constitucionalistas. ¿Acaso no están todos actuando bajo los artículos de la constitución española, aunque algunos discrepen teóricamente de ella y desean cambiarla en algunas disposiciones con las que no están conformes? ¿Discrepar es anular, o es entrar en lo que es esencia de la política activa, la discusión previa para un acuerdo o desacuerdo definitivo?
La ignorancia del político le hace pensar que por el mero hecho de adscribirse a unas siglas políticas –siglas sin fondo muchas veces– está en posesión de la verdad absoluta, sin plantearse un mínimo de duda, que le llevaría por el buen camino, el único quizás, a la obtención de la verdad. “Cantinflas” Rivera, líder de Ciudadanos, que promete y re promete con su habla atropellada para hacer luego lo contrario de lo que prometió, esta mañana ha asegurado, con buena dosis de bilis, que tras la victoria de Donald Trump "hoy estarán contentos en Podemos" porque todos los populismos, tanto de extrema izquierda como de extrema derecha, "al final defienden lo mismo". ¡Qué banalidad ideológica en este líder aparentemente liberal tan en camino hacia un fascismo de cara amable! En su esencia oculta y su ropaje de cordero no me oculta el lobo feo que le ruge en las entrañas.
Pablo del Barco

EL CARRO DE LA LEJÍA, 9 de noviembre de 2916 (comienzo de un mundo aún más feo)
PATO DONALD Trump, o donde la arrogancia es la máxima expresión.

Llegó a la alta política el pato que se enoja cuando no le salen las cosas a gusto, que luego aparece suave para no perder el encanto de seductor, que baila sobre un pie y habla, habla y habla diciendo disparates sin cuento, incluso contra los que desea que le amen. Pato Donald Trump (Triunfo) presidente de América; parece una broma, el misógino declarado, racista declarado, antihumanitario declarado, antibelleza declarado siempre que no sea la de los concursos de belleza femeninos, anticultura evidente, arrogante antes de abrir esa boquita desagradable que tiene tan bien dispuesta para el insulto, presidente de América. Así va el mundo, de cabeza, ahora rubia y con dos entrantes que parecen cuernos de diablo. Lo mejor que tiene este presidente es que hará bueno a Bush, bestia parda de la guerra de Irak, creador de la nueva violencia universal, de la mentira universal con sangre y lágrimas.
En fin, el mundo es una broma, cada día más broma, broma amarga. La razón vale poco, la verdad vale poco, la coherencia vale poco, lo que no es dinero vale poco. Haz una mentira a tu alrededor, rodéate de riqueza, mejor si la consigues con maldad y extorsión, y lánzate al ruedo político donde te codearás con tus iguales para saquearle al pobre. En España tenemos notables ejemplos: innoble nobles de la estafa social andan rodando por los juzgados españoles mareando la perdiz, eludiendo la verdad y la devolución de lo robado. El presidente de este Gobierno del partido más corrupto ha sido el primero en felicitar al nuevo mandatario universal y ponerse a su servicio, como si no fuera poco el servilismo de este Gobierno con el americano y sus bases militares, su devoción y su apertura de piernas.
La derecha europea se frota las manos con placer y esperanza sin fingimiento: el amo del mundo está de su lado, el universo cambia de compás y ahí están ellos con una elecciones próximas atentos a la construcción del futuro. Les he oído gritar a todos con el triunfo del gritón mayor, Pato Donald Trump, aplaudir con desenfreno y los ojos rutilantes, de los que sale una macabra decisión de triunfo. ¿Qué les moverá? Fácil suponerlo: el dinero, el enriquecimiento por cualquier medio, de cualquier sufriente. Se ha visto claro tras la proclamación de la victoria del Pato Donald Trump: la bolsa trastabilló, bajó sus índices alarmada, pero ha vuelto a subir con rapidez. En definitiva, el vencedor es un hombre de negocios, con alguna sospecha de corrupción, como no puede ser menos en ese mundo de las finanzas. La economía mundial respira tras el susto; el triunfador es uno de sus magnates y eso da seguridad frente a la multinacionalidad de individuos asustados por este nuevo orden/desorden que llega, que no es sino una continuidad del existente, quizás expresado con el mayor descaro que impone un elegido presidente soez, ambiguo, contradictorio y de escasas ideas, como ha demostrado en su primer discurso.
¿Qué pensarán los muchos millones de norteamericanos que no votaron en estas elecciones, ese pueblo silencioso que se sentirá maltratado o ajeno a cualquier tiranía de votos o dirigentes políticos? Aquí nos sirven el resultado como si fuera la expresión de toda una nación; pero no es así. Hay en este país tan aparentemente próspero, más de 45 millones de pobres. Y los pobres no votan; se desea que no voten; son apestados políticos, no cuentan para las estadísticas del voto.
PABLO DEL BARCO

domingo, 30 de octubre de 2016



despertar

irrumpe la mañana en el sueño,
acelera el baile sin bridas
con horizontes abiertos,
callan las alarmas, aún,
plancha la policía el uniforme,
algunas parejas retornan
al suplicio de la monotonía,
las esquinas respiran
sin las meadas de los perros,
todavía no hay atmósfera
ni vendedores ambulantes,
da el sol un paso al frente
para hacer débiles sombras,
algunas persianas interpretan
los primeros conciertos del día,
desayunan los mendigos
las limosnas que obtendrán,
se repliegan los sueños
con el miedo a ser pisados
por rudos somnolientos,
suena una campana,
los ángeles se acuestan,
se pellizca la vida,
empieza, una vez más,
la muerte de otro día.


(borrador; 30.10.16)

despertar

irrumpe la mañana en el sueño,
acelera el baile sin bridas
con horizontes abiertos,
callan las alarmas, aún,
plancha la policía el uniforme,
algunas parejas retornan
al suplicio de la monotonía,
las esquinas respiran
sin las meadas de los perros,
todavía no hay atmósfera
ni vendedores ambulantes,
da el sol un paso al frente
para hacer débiles sombras,
algunas persianas interpretan
los primeros conciertos del día,
desayunan los mendigos
las limosnas que obtendrán,
se repliegan los sueños
con el miedo a ser pisados
por rudos somnolientos,
suena una campana,
los ángeles se acuestan,
se pellizca la vida,
empieza, una vez más,
la muerte de otro día.


(borrador; 30.10.16)

domingo, 16 de octubre de 2016


el frío te desconsuela
con su arena de miedos
y pellizcos en la piel,
besa tus lágrimas
a las puerta de la fe,
alfombra los sueños
desvestidos del verano,
enardece la fibra,
el concierto molecular,
aliena la depresión
y los espacios oscuros,
los trenes del gusto
tiritan en su seno,
hace un volcán abierto
al cielo crudo y gris,
aprieta lo íntimo
y adelgaza los sueños,
acerca tu horizonte,
te encuentras del fin
al principio de tu ser
en una estepa resumida
de suspiros granados
y álamos que añoran
los otoños sin hiel;
se rinden los termómetros,
el amor te rinde
en el dulce calor
que las pieles melifican.

18 oct. 16

(borrador)

viernes, 7 de octubre de 2016


la vinaterita

la vinatera anda
con su runrún de alcoholes
            y maderas
saboreando el universo,
poniendo en las bocas
la conciencia y el amor,
el abrazo de parras
la casa con la tierra,
la embaraza del tiempo
y madurez de zumos,
arma sus batallas
contra las prisas de
            la vida,
se viste de oráculo
y gestión de diosa,
acaricia la uva
con las manos de nube
para preñar de dulzura
y grados sorprendidos
tras la oración de
la vendimia;
vive un horizonte de sueños
y música escondida
que estallará en concierto
cuando ilumine paladares
y se haga sangre,
alegría y ardor.

                       Pablo del Barco
                       septiembre 2016

volver todos los días
            al camino
con el alma lavada
y el corazón sin sombra
construyendo las calles
con adoquines de antaño…
ah. si pudiera armar
el universo
con los despojos dorados
del ayer,
con soles esplendorosos
que no quemen,
lunas que alimenten gratuitas
nuestras historia romántica
sin notas ni balances;
hacerme invisible
en este ágora infame
donde el hombre
destruye al hombre
y lo celebra,
navegar sobre lirios
            y amapolas
construyendo música
y color,
ser sin pasaporte
sin nombre
la mera luz
por donde la vida es
y mece a quien la ama.

    oct. 2016

mueren porque sí
            los negros
en el mundo prioritario
            de los blancos
en un universo gris
llamado democracia;
pasan los perros
como humanos
dirigiendo la vida
            de los dueños,
llenando la ciudad
de biológicos desechos
que acechan el orgullo
del hombre;
las casas como cárceles,
hipotecadas,
vestidas de paraísos azules;
las madres, guardianes
con cascos y corazas
en su diluido pensamiento;
las autoridades desinfectan
las cucarachas del progreso;
las naciones matan como chinches
a los nacidos como chinches,
se depilan las mujeres
burlando la naturaleza,
se llenan los suelos
de colillas babeadas;
yo despierto de un mal sueño,
me pellizco
me da sueño y duermo:
es difícil ser feliz
con los ojos abiertos.

oct 16

martes, 16 de agosto de 2016

EL CARRO DE LA LEJÍA, 16.08.2016

Dos pistoleros frente a frente

No entiendo las vueltas que ha dado el lídersuperlíderúnicolíder de Ciudadanos para, finalmente, ponerse de acuerdo con el otro lídersuperlíderúnicolíder del PP, su excelencia el dilatador de esperas, que dice que hay urgencia para formar gobierno y se va de vacaciones. Aquí va todo así de disparatado. Hoy el hueco que deja el desdibujado ministro de Sanidad, Sr. Alonso, lo ocupa Fátima Báez, desastrosa, inútil ministra de trabajo en mi opinión. Lo decía Valle Inclán: en este país se premia a los más torpes. Los trabajadores de este país son los que han pagado el pato de la crisis. Claro que con esta ministra, acostumbrada por familia a desplumar aves en su cortijo industrial de Huelva, no puede esperarse mucho más.
El líder de Ciudadanos se parece mucho al líder del PP; los dos comandan partidos con una lideranza  omnímoda, absoluta, sin otros líderes próximos que les quiten nombre y poder. A mí me causa risa las miradas de adoración de los próximos a Rajoy, cercanas al amor más amoroso. ¡Ay, los ojitos que le pone la Cospedal a su lado. La actitud de Rafael Hernando, el portavoz del PP, ofreciendo risitas y cabezazos cada vez que el Jefe habla en el Congreso son para una antología del ridículo. Pero bueno, ya sabemos que lamer culos da buenos resultados y, una vez obtenidos, permite ser chistoso y maleducado; estilo Hernando, por ejemplo.
Otro estilo es el de Ana Pastor, la exministra que ha llegado al desaparecimiento, mayor que en su puesto de ministra, por amor al Jefe Rajoy. Desde su nombramiento como Presidenta de las Cortes no se le conoce actividad alguna; ha batido todos los records de inanidad, inutilidad, inactividad. Cuando le preguntan por qué no da fechas para la celebración de la investidura contesta con una cara que evidencia no ser responsable del asunto: “Seguimos trabajando, seguimos trabajando…”, pero, la voz de su amo, aguanta estoica y nerviosa, por amor.
De Rajoy a Albert Rivera hay una escasa distancia en sus palabras, de escaso valor. De Rajoy sabemos que miente sin piedad desde tiempos políticos inmemorables. Rivera se ha hartado diciendo con aire serio que no quería saber nada de Rajoy, que nunca le votaría. Ahora empieza a desdecirse sin el mínimo rubor, buscando justificaciones sin sentido. Lo que evidencia es que Rivera quiere ser un Rajoy sin Rajoy; sigue de cerca sus pasos, con un aparente gesto de oposición y honorabilidad. Honorable no está demostrando ser porque quien no tiene palabra no tiene ética, por muchos atajos que se busquen y se acuda a presuntos méritos de necesidad política. Alguien bautizó a Rivera de Cantinflas y no le faltaba razón, por su escasa seriedad, por su habla alborotada y sin sentido, por su aparentar decir lo que no dice y ser lo que no es.  Voy a repasar la filmografía del cómico mexicano y les cuento en próxima entrega, aunque no solo es comparable la actitud del líder de Ciudadanos con comicidades y cómicos. Ya tenemos un cómico senador y, por lo que observamos, muchos senadores cómicos; no se entendería si no que estemos sin gobierno después de tanto tiempo, y cobrando sus señorías; más que humor es una broma del peor estilo, sin la menor gracia, en funciones muy bien pagadas por todos los españoles.


                                               PABLO DEL BARCO