EL CARRO DE LA LEJÍA, 8 de septiembre 2017
A Artur Mas (que es menos) se le ve más (el plumero)
Al promotor, en la sombra, de la “Independencia” catalana,
antes –según cuentan en los juzgados– artífice de corrupciones
economicopolíticas, se le está viendo el plumero con los primeros vaivenes
negativos de su cruzada fantoche independentista. Dijo, en voz alta y, a todo
trapo, como se le exige a filibusteros ilustres y a sus descendientes, que
ninguna –“ni una”– gran empresa abandonaría Cataluña en el caso de conseguir
ser independiente. Ahora que se ha iniciado la desbandada de empresas sólidas y
bancos de alto nivel –otra vez favorecidos por el Gobierno– es el primero que
ha salido a la luz pública para decir que la independencia no es posible porque
le faltan muchas cosas para poder serlo. ¡Qué forma de curarse en salud¡ ¡Qué
poca consistencia personal y política¡ ¡Qué estafa de personaje, siempre con
una sonrisa de hombre que se las sabe todas y que va a comerse el mundo¡ ¡Que
desvergüenza lanzando a los demás a la batalla y quedarse él en la retaguardia
con una copa de oro y su sonrisa estereotipada de prócer para la historia!
Es pura manipulación, como la de ayer, con miles de
banderas españolas en la calle pidiendo diálogo, cuando el diálogo está roto y
se quiere coser con la sombra de trompazos de los responsables del orden
social. En ninguno de los reportajes que vi aparece ni una sola bandera
republicana, que suele acompañar siempre estas manifestaciones multitudinarias.
¿Quién organiza este botellón político? Pensando en los que van a sacar el mayor
rédito a esta manifestación –PP y Ciudadanos–, podemos pensar donde está el
origen de la manifestación pro-diálogo. Precisamente en dos partidos que
generalmente se niegan a dialogar y que desean la pronta aplicación del
artículo 155 de la Constitución; es decir “palo y tente tieso”.
Aquí asoma la desvergüenza por doquier; el líder del PSOE
ha estado escondido los días de mayores dificultades en esta movida; ahora que
ya se vislumbra un poco de luz aparece, magnánimo y sonriente, como si fuera el
gran mesías que arreglará el mundo. Pero ¿además de su sonrisa y buena planta, qué ofrece? No me cabe duda de que su alianza
con Ciudadanos dio al traste con una posibilidad de gobierno de izquierdas. Los
ciudadanos del PSOE, a partir un piñón con el PP en esta esperpéntica aventura
del independentismo, han repetido a troche y moche que si no hay un gobierno de
izquierdas fue por culpa de Podemos. ¡A otro perro con ese hueso! Su alianza
escrita con Ciudadanos es intragable como lo es la alianza, quizás temporal,
con el PP con la excusa de actuar por el bien de España. ¡A otros perros con
este otro hueso, figurín Pedro Sánchez! Aquí el único coherente es el
Presidente Rajoy, tan pasivo como es habitual en él, tan alejado de soluciones
que signifiquen una implicación, tan amenazador como solo es posible en un
espíritu débil.
Y mientras, los pajes del señor Mas siguen la ruta que se
les marcó, tragando sus incoherencias, contando en la oscuridad de su covacha
independentista los caudales –de dinero, porque de ineptitud y arrogancia ya
son multimillonarios– que acumularán, siguiendo el rastro del ex honorable
señor Pujol y de su cabeza visible, el descendiente de filibusteros dedicados
al tráfico de esclavos señor Mas, que quizás tenga la pretensión de hacer
esclavo a medio pueblo catalán y venderlo más tarde, y que ahora, para salvar
su imagen del deterioro total, recula en la causa independentista.
Con los pobres y fantasiosos materiales con que han
construido esta fantasía de la independencia y sus escasos talentos, ajenos
sobre todo a la previsión económica y política, y enfrentados a un bunker
gallego semi-oculto y correoso –al enemigo hay que verle la cara para atacarle–
el fracaso de la aventura está garantizado. Aquel viejo refrán “A río revuelto,
ganancia de pescadores” aquí no se cumplirá. Por suerte.
PABLO
DEL BARCO
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