EL CARRO DE LA LEJÍA, 28 nov. 2016. (Rodrigo)
Los del PP, ¡esos
dioses!
Ha dicho Fátima Báñez, camillera
de la Virgen del Rocío salvadora de los trabajadores españoles, “En España, nadie cobra por debajo del salario mínimo
[655,2 euros] porque sería ilegal”. Creo que se ha confundido de Ministerio;
tendría que haberla nombrado su amigo Rajoy Ministra de Justicia porque ha
acabado de un plumazo con la ilegalidad en este país: como es ilegal no existe;
y punto. ¿O qué tal hacerla catedrática de Lengua y Filosofía).
A estos chicos del PP (Partido Pinocho)
los veo un poco perdidos: Rita Barberá les ha confundido de puro fácil que se
lo ha puesto con morirse. Las justificaciones para que abandonara el partido la
lideresa valenciana les ha dejado con el culo al aire; doblemente, porque
algunos han querido dar marcha atrás, sin saber que lo dicho y escrito dicho y
escrito queda. Rafael Hernando, portavoz del partido y notable cum laude
cobista mayor del reino, se ha superado en emitir desvergüenzas para ocultar lo
que me parece su necedad insuperable. Al Presidente Rajoy se le ha visto
atribulado y él, que tan mal lleva lo de coordinar los elementos oracionales,
ha dicho una frase en el entierro de la virgen senadora (Rita) que da que
pensar; la he oído muy bien, muchas veces, refiriéndose a su amiga: “…fue un
enorme honor ser su amiga”. Ué, don
Mariano, ¿se confiesa usted en el armario? ¿O cada día engarza peor los
elementos gramaticales? Las explicaciones de la Cospedal en el entierro, con su
intención de glorificar a la ex alcaldesa, fueron muy del orden de su famoso
“en diferido” balbuceando “honestidad”, “intelectual” y algunos otros epítetos
que, en la evaluación actual de su amiga, producen más rechazo que estupor.
Ellos creen no equivocarse nunca, como
cuando eran mayoría, y van de frente sin mirar atrás, sin mirar a los lados. A
los acomodaticios muchachos de Ciudadanos les están poniendo nerviosos. Albert
Rivera sabe que nada conseguirá dándoles la razón en todo y está ya afilando
los espolones para entrar en batalla, aunque sea meramente formal y teatrera. Y
piden árnica, piden diálogo los maestros en no dialogar, los espantapájaros de
la comunicación social. ¡Pobres ilusos, que no saben la que les espera!
Noviembre es el mes de los grandes
abandonos; Franco, aún vivo, murió el 20 de noviembre, (oficialmente, porque
una enfermera que le asistió en su muerte me aseguró que había fallecido tres
días antes, el 17); otra líder, la Barberá, claudicó definitivamente
este mes. Los dos dejaron un claro desconcierto al morir. Murió también otro
líder de la palabra secuestrada en libertad, Marcos Ana, que no produjo otro
desconcierto que el no llevar una maleta de venganza contra sus verdugos
franquistas. Fidel Castro también ha muerto con aplausos y lágrimas de un lado
o de otro, pero con la sabiduría de haber sabido retirarse a tiempo y no ser
retirado, como la Barberá.
¡Pobres dioses arramblados de sus altares por la envidia y
la ambición, la misma de que ellos gozaron y les dio fama y dinero! Pero
algunos pretendidos dioses no escarmientan, cegados por el poder que
almacenaron con desprecio a sus “súbditos”. El ex presidente valenciano Camps,
ese hombre de mano blanda (puedo certificarlo) y gesto altivo, de la corte
barbereña, parece que quiere presentarse a alcalde de Valencia. No saber vivir
alejado del paraíso de la fama (y quizás otros beneficios, por lo que vamos
sabiendo cada día). Tal vez algún bufón pueda enseñarle donde está la verdad
que él no ve. Tal vez estos dioses merecen endiosarse más, para reventar definitivamente.
¡Que no nos caigan encima sus pedazos, por favor!
PABLO
DEL BARCO