miércoles, 26 de septiembre de 2012
EL CARRO DE LA LEJÍA. 26 de septiembre 2012
Fue primero el terrorismo económico, luego el terrorismo ideológico, ahora llega el terrorismo social de palo y tente tieso; es la consecuencia natural. Se le empieza por faltar el respeto al individuo en su economía y pierde éste la alegría de vivir; se le atrofia con la imposibilidad de expandirse a través del espíritu y el conocimiento y se le termina amedrentando con el daño en su propia piel. Un ejemplo del día: los bancos, beneficiados por el Estado, que reciben dinero con un interés del 0,7 por ciento, hacen préstamos a estudiantes para pagar sus matrículas hasta de un 22 por cuento. Este Gobierno parece querer españoles acérrimos, embrutecidos, para poderles manipular mejor
En la manifestación de ayer 25 en Madrid intentando rodear el Congreso se han visto imágenes espeluznantes de violencia, especialmente por parte de la policía. El ministro del ramo, el que debería mantener la paz pública, ha dicho que la actuación policial ha sido “excelente”: cabezas sangrando, médula espinal quebrada, cabezas abolladas…; es un resultado excelente… para este Gobierno (¿) que cada día parece más perdido, que resuelve menos y se ampara más en su poder con la única democracia de la diferencia de votos. Quien no tiene razón ni razones ha de servirse de la fuerza; pero la fuerza se puede volver contra quienes la originan. Quitarle al pueblo sus derechos es una vergonzante provocación; lo de la policía pegando porrazos es una mera excusa; no se dejen engañar.
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