lunes, 28 de enero de 2013
Se ha caído la paloma de la paz del escultor Ripollés, 29 x 16 metros, 36 toneladas de brillante acero, hierro y cobre, de lo más caro, tal vez removida por los vientos que mueven a Carlos Fabra; unas manos soltando palomas hacia la libertad; tan poca vislumbraron que se cayeron a sus propios pies. Es una lástima, con el espacio que tenía para volar en el aeropuerto virgen de Castellón y han dado con sus fueros en el duro asfalto de la ciudad. Su arrogancia, su chulería, su Presupuestada Prepotencia por los suelos. Como la de la inventariada Amy Martin, virtual con documento de identidad que, junto a la paloma que no supo volar, demuestra lo que ha sido la cultura estos años de prosperidad pasados. Artistas mediocres promocionados, escritores aplaudidos por el único mérito del compincheo y la amistad, que no solo se exhiben como laureados sino que impiden que otros de talento asomen, cineastas torpes venidos a más por el bullicio de la corte, premios “dedicados”, subvenciones volátiles y otras truhanerías... Está visto que en este país lo importante es sacar pecho, aunque no se tenga. La semana pasada asistimos al acto de chulería canalla del ministro Montoro en la comisión de hacienda; se le adivinaba la pistolera debajo del sobaco. Este fin de semana soportamos el del presidente dontancredo Rajoy, queriendo sacar los colores a la führer Merkel, evidenciando un despiste monumental que pone en pie aquel dicho: nada hay tan atrevido como la ignorancia, y un soterrado deseo de presunción, de engaño encubierto al casi callado pueblo llano. Mientras, en la piel de toro, los aseados muchachos del gobierno siguen queriendo sacar verdades de mentiras practicando aquella escena clásica de la mujer más fea del mundo ante el espejo: ¿dime espejito mágico, quién es la mujer más hermosa de esta casa? Los aseados muchachos proclaman: en lo que el PP verdaderamente es experto es en crear puestos de trabajo; no hay más que ver el aumento en el número de parados; González Pons anunció tiempo ha que iban a crear tres millones de empleos; la ministra gallinero (pollos Báñez) dice que la economía va mejor, sólo para cabrear a los economistas extranjeros que dicen todo lo contrario (ellos no han sido niños mimados como ella). Por si la economía iba mal, el rey, tan preocupado por su pueblo y para no desdecir al Presidente, ha decidido subirse el sueldo y el del príncipe feliz (¡qué bella la historia que cuenta Oscar Wilde!) Desde Fernando VII no se conocía mayor esplendor en la corona española, a pesar incluso del duque em-palma-do y de la infanta no-sabe-no-contesta; esplendor presupuestario, naturalmente,
Hoy es la celebración de Santo Tomás de Aquino, patrón de la Universidad española. Estará con cara mohína viendo el panorama a que nos ha conducido el inextinguible ministro wertiginoso, recién separado de Edurne Uriarte -con la que, según la Iglesia intolerante, viviría en concubinato, aunque perdonable por su condición de ministro procatólico-, comentarista viperina antipsoe en la nueva TVE, colaboradora de la FAES, autora de un libro que quiere desmontar el progresismo, manejadora conjunta del ariete antiuniversitario del ministro concubino. Santo Tomás evidencia que los tiempos han cambiado: él fue condenado en 1277 y hasta 1325 no fue indultado. Ahora el ministro Galardón indulta en pocos días a la gente (¿amiga?) implicada en delitos financieros, poniendo en práctica lo que su gobierno proclama: transparencia, si bien es cierto que no dice para quien, en esta comedia de lo ambiguo para las altas esferas y el palo tieso para las bajas.
Hace años publiqué un poema visual que decía: SEA USTED PATRIOTA /¡NO VIVA EN ESTE PAÍS! Pues eso: o nos dedicamos todos a la corrupción, como insinúa la exconcubina Uriarte, hasta que el país reviente (a punto está), o repetimos el ciclo de irnos como emigrantes a Alemania dejando aquí a los aseados muchachos del poder que se las apañen con la führer.
PABLO DEL BARCO
miércoles, 23 de enero de 2013
EL CARRO DE LA LEJÍA, 23 enero 2013
La España tahurina (de “tahúr”, “tahúres”)
Me he resistido a escribir este desahogo hasta escuchar al ministro Monthoro hablar de la amnistía fiscal, suponiendo de antemano que su discurso iría en el tono en que el PP se ha manifestado desde que estalló el escándalo Bárcenas, al que se le descubren nuevos caudales en las Islas Bermudas. Y no me he equivocado en esta nueva celebración tahurina del partido. De su discurso me ha quedado claro: 1. Que mintió al afirmar la recaudación de un 10 % del dinero sometido a regularización: de los 40.000 millones de € se han recaudado 1.200. Soy perito mercantil y no me salen las cuentas; sí si se aplica un 3%. ¿Querrán estos aseados muchachos cambiar las matemáticas además del significado de las palabras? 2. Que la oposición y todos los partidos son ruines e impertinentes, por el mero hecho de preguntar. 3: Que la lista de los regularizados es transparente, pero nadie la conoce, ni los inspectores de Hacienda. 4: Que el señor Bárcenas no existe a estos efectos, y esa era la pregunta clave de la sesión. O sea que todo es transparencia detrás de un muro impenetrable, y tan verdad como que el PP es un partido honrado; una mentira, por mucho que se desee y repita, nunca llegará a ser verdad. Desde el caso Naseiro, pasando por el Gürtel, o el Madrid Arena,…todo es transparencia y honestidad…después de que pase por allí un enorme convoy de carros de lejía, y aún así… Ya sabemos que quien grita, como el Sr. Monthoro hoy, es que no tiene razón. Dicen que la mejor defensa es un buen ataque, pero lo de hoy no era sino un lanzamiento de escupitajos contra quienes estás preocupados por la democracia; la cara del ministro era toda un gargajo de bilis.
Llevamos toda la semana con miembros notables de la directiva del PP sacudiéndose el caso Bárcenas con una frase, paradigma del escurrimiento, “No me consta”. Permíteme un paralelismo taurino: los cornudos son los últimos a los que les consta la cornamenta, y cuando se enteran lo niegan. Decir “no me consta” no es afirmar la no existencia. El Sr. Monthoro ha respondido hoy a la pregunta de si había recibido sobres en negro con insultos; no ha dicho no, y en mi tierra se dice que “el que calla otorga”; a mí tampoco “no me consta” que no los haya recibido.
El PP, en un acto de teatralidad exculpatorio, ha anunciado a diestro y siniestro que iba a realizar auditorías internas y externas para aclarar las acusaciones sociales. Pero a todos sí nos consta que la auditoría interna es ridícula e ineficaz y lo de la externa es de dudoso cumplimiento; el dinero en negro no existe: ¿cómo contabilizarlo? Además ya en 2009 anunció el PP, con el caso Gürtel, por boca de Ana Mato -esa ministra con cara de no haber roto un plato, de sanidad tan privada-, que iba a realizar una auditoría externa, de la que, hasta la fecha, no se ha sabido nada. Sobre la eficacia de una (c)omisión de investigación ya demostró lo suyo la del Madrid Arena. Y mientras, con la vergüenza incluso de miembros honrados del PP, se siguen teniendo datos de la riqueza del extesorero del PP, Sr. Bárcenas. ¿De dónde ha sacado tanto dinero? ¿Repartiendo publicidad en los portales después de su horario de trabajo? ¿Llevando contabilidades ajenas? Sigue aumentado la lista de miembros del PP que confiesan haber recibido esos sobres con dinero que provenía del cobro de comisiones de, fundamentalmente, empresas constructoras. Y el Sr. Presidente mudo como una estatua, propiamente un Don Tancredo, en esta celebración de la España thaurina en la que se lidian thoros de la ganadería del Sr. Presidente de la corrida, en la que los matadores tienen todos su mismo adn y visten ropas de su fábrica, beben vino de sus bodegas y comen de sus cochinos sin darse cuenta de que esta actitud les está llevando con urgencia a una situación de consanguinidad peligrosa. En este panorama los únicos que corren son ellos; nosotros nos corremos de vergüenza ajena.
PABLO DEL BARCO
sábado, 19 de enero de 2013
EL CARRO DE LA LEJÍA, 19 de enero de 2013
La España tahurina (2)
Se anuncia la corrida, un solo matador, Bárcenas, de mote “El perras del PP”, y un número indeterminado de sobresalientes, banderilleros, picadores, mulilleros… Todos van con la cara tapada y salen al ruedo moviendo la cabeza de derecha a izquierda, otra vez a la derecha, diciendo NO, NO, NO. En la presidencia el Sr. Presidente, acompañado con sus asesores de confianza: asesor de impuestos, asesor de economía, asesor de finanzas, asesor de triquiñuelas, asesor de mentiras flagrantes, todos de la peña “La España tahurina PP”, bien aseados, cultivando la más maga de las sonrisas, sobre un pedestal porque algunos son pequeñitos de talla, de todas las tallas, y repiqueteados de medallas que ellos mismos han inventado. Suenan los clarines, comienza el festejo. Serán lidiados seis toros, seis, enflaquecidos por la crisis, de nombres Austeridad, Iva, Paro, Recortes, Pensiones y Engaños y un sobrero llamado “Va para largo”. Las mulillas llevan la señera catalana para congraciarse con algunos espectadores que no dejan tener la fiesta en paz. Bárcenas viste un traje de lujo, que brilla como el sol, gasta coleta de swarovsky, adornos de platino, pantalón de terciopelo que se ajusta sobre unas piernas preparadas para correr, y en los costados una bolsas repletas de monedas para un eventual aterrizaje sobre el albero, en el que han dibujado con monedas un billete de 500 euros. Están incómodos en la plaza y lo comentan en voz baja: han pillado al maestro Bárcenas con 22 millones de euros bajo el colchón de su cama, en Suiza, de cuando era el mandarín del dinero de la peña “La España tahurina PP” y todos ponían la mano en el fuego por él. Ahora que se destapó el chanchullo millonario se desean fuera de la troupe, quieren constatarlo en la plaza y soñar una solución por encima de las mentiras que todos urden para no mancharse: siete toros son siete posibilidades de muerte del torero y el ataúd de sus trampas. Dentro y fuera de la plaza no se habla de otra cosa, los de la peña con toda la hipocresía de que han hecho siempre gala, los de fuera con estupor y rabia. Suenan los clarines y sólo se oye el enorme estruendo de la puerta de toriles, entran furiosos los siete morlacos, que emprenden una feroz batalla entre ellos, queriendo cada uno ser líder de la pelea. Ante ese alboroto y el desorden enorme, entendiendo calladamente que no hay solución y tener que aparentarla, sale precipitadamente, huyendo, el silencioso Presidente y detrás sus genuflexos asesores, que guardan las maneras, arrogantes ante el público que les aguarda y, horror, los periodistas queriendo saber con preguntas “inconvenientes”. La secretaria general de la cosa responde:
-Sres., aquí no ha pasado nada. Está todo bajo control. Ustedes recibirán un sobre con dinero negro -5.000 ó 15.000 euros, de los obtenidos legalmente por comisiones ilícitas- para que callen sus bocas y detengan sus plumas hediondas; según es nuestra costumbre. La corrida queda finalizada, por decreto, según costumbre también”
Un periodista con honor, de los que más abundan, pregunta:
-¿Y el matador Bárcenas? (Bárcenas, ante el panorama presente, ha desaparecido en un potente automóvil marca Gürtel)
La secretaria de la peña “La España tahurina PP” mira, como suele, al cielo y responde:
- ¿Bárcenas? Está usted equivocado. Ese nunca existió.
Y sale riéndose acompañada por las risas del resto de los compinches del callado Presidente.
La corrida ha terminado, los toros siguen en el ruedo sin saber qué hacer, cómo completar su destino.
¿Ficción o realidad? Es la España tahurina, ¿qué podemos hacer?
God save the king!
PABLO DEL BARCO
* Tahurina, de tahúr, tahúres.
jueves, 17 de enero de 2013
EL CARRO DE LA LEJÍA, 17 de enero 2013
ESPAÑA, país tahurino.
De tahúr, tahúres, claro. Lo taurino tiene menos peligro, aunque sí algo que ver porque aquí nos ponen los cuernos a todo el pueblo llano que acude a la fiesta, recortada, de la vida. Tahúr: jugador fullero, tramposo, ventajista. En su origen armenio designaba a los reyes de la nación con carácter negativo, por sus difíciles relaciones con el pueblo. Aquí nuestros reyes, con minúscula y medallas: *Luis Bárcenas, tesorero y senador que fue por el PP, al que se descubren 22 millones de euros en Suiza, y 2,5 millones en EE.UU. Ahora en el partido todos vuelven la cabeza de lado al aparecer el que tanto amaron y por el que pusieron una mano en el fuego (Sr. Rajoy, tahúr de la palabra), o la Cospedal (tahúr de la verdad), que dijo que dimitiría si alguien del PP tuviera dinero en Suiza. Según su abogado ha regularizado 10 millones por la amnistía fiscal del ministro Montoro, tahúr de los impuestos, y quien sabe si promotor de esa amnistía para salvar al extesorero del PP. *Urdangarín, tahúr sideral, que sigue negando sus facturas falsas y triquiñuelas para tener los dineros, “deportivamente” obtenidos, en paraísos fiscales. ¡Como negarle al padre de los nietos del rey vivir en el paraíso¡ Y hablando del rey de reyes: ahí está *Corinna, que era y ya no es princesa aunque siguiera presumiendo del título, tahúr de la nobleza, propiciando correos para salvaguardar comisiones y estar a la altura de su amado rey de reyes, que vive, dicen, sus dos amores reales: la reina y la que se comporta como su amante, o sea reina del disimulo y el reojo, en este país arbitrado por la iglesia que predica la verdad y la moralidad de todos sus miembros. *Los directivos de la CAM -que hoy salvamos todos los españoles-, tahúres del despilfarro y la vida pancha. *Rato, tahúr de Bankia, que practicó un roto incosible, al que el tahúr Rajoy ha colocado en Telefónica como asesor, contando que por esta empresa han pasado tahúres distinguidos que no han conseguido acabar con ella. *La familia del Sr. Mas (que ya es menos), tahúr del nacionalismo inventándose una Catalunya que nunca existió.
*La familia del honorable Pujol, tahúr de los ultramarinos catalanes, toda ella implicada en cuentas en Suiza, que sus componentes niegan a pesar de las evidencias; Jordi Pujol hijo, tahúr del bofetón al ajeno y beneficio propio, le ha caído la maldición de su expareja, que en su tiempo le acusó de maltrato. *El alcalde de Santiago de Compostela, tahúr de las comisiones y licencias, y otra larga lista de españoles que viven como si no hubieran roto un plato ni reventado una cuenta y, sobre todo, sin devolver el dinero desaparecido, todos ellos tahúres del engaño y la trampa en la mesa del juego democrático. Pero de todos los tahúres hay dos que resaltan: Ignacio González, tahúr de película, presidente no electo de la comunidad de Madrid, que siempre negó haber comprado un “apartamento” de jeque árabe en Málaga por la minúscula cantidad de 770 mil euros, y que ahora dice que si compró, justo en el momento en que el fiscal comienza a investigar sobre la propiedad. Y la Cospedal, tahúr de sí misma, mintiendo como una descosida para justificar la retirada de los centros médicos nocturnos en su comunidad. ¿Querrá privatizarlos para cederlos a Capio, la empresa de servicios médicos que dicen que es, total o parcialmente, de su marido y de Rato?
PABLO DEL BARCO
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